
El ritual personal
Esa ceremonia en la que es uno y su mate. Cada uno tendrá su momento del día. Temprano a la mañana antes de que el mundo se acelere. O al final del día cuando todo se calme. El inicio de ese diálogo silencioso, casi una meditación. Acomodás la yerba en el ángulo preciso. Tomás el termo y lo inclinás sobre la boca tan particular de ese mate hecho con la misma paciencia y artesanía con la que cebás ese primer mate. Y al primer sorbo, sentís que ese momento es el comienzo de un día que promete.